EJE INSULINA - GLUCAGÓN

La insulina es una hormona secretada por el páncreas, y tiene por misión guardar o almacenar el exceso de azúcar como energía de reserva.

La producción de insulina se estimula principalmente por los carbohidratos que comemos. La insulina guarda una pequeña parte como reserva en el hígado y en los músculos, pero finalmente todo el exceso se almacena como energía de reserva. Y al parecer ya estás adivinando cómo se guarda esa energía…: ¡¡Efectivamente es como grasa !! Todo exceso de comida, ya sea una torta cargada de azúcar y grasa, o un pedazo mas grande del que necesito de filete muy magro, todo se guarda igual : como grasa!!  Lamentablemente el cuerpo siempre se las va arreglar para encontrar un lugar para depositar grasa, y si no lo encuentra libre, lo crea, la reserva de grasa es infinita…

El Glucagón: es una hormona que también es secretada por el páncreas, pero actúa a la inversa de la insulina. El glucagón es la hormona que sube el nivel de azúcar en la sangre cuando éste baja. Es el antagonista natural de la insulina en el cuerpo y su producción se estimula cuando comemos proteínas. El glucagón libera glucosa del hígado vertiéndola al torrente sanguíneo para que el cerebro reciba el combustible necesario para funcionar adecuadamente.

Para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente y nuestro cerebro esté contento, la insulina deberá mantenerse estable dentro de ciertos rangos ideales. Como la insulina baja el nivel de glucosa y el glucagón lo eleva, debe existir un equilibrio en dicha relación. Ese equilibrio lo podemos manejar con la comida!!

Los carbohidratos se transforman en azúcar con mayor o menor rapidez, y de acuerdo a eso los clasificamos en buenos o malos. Lo que mas estimula la producción de insulina son los hidratos de carbono muy concentrados (elevado índice glicémico) como el pan, las pastas los dulces, etc. Los carbohidratos provenientes de frutas y verduras (bajo índice glicémico)  se demoran más en ser degradados y son entregados en forma mas lenta a la sangre por lo que ayudan a controlar los niveles de insulina en el rango ideal.

Como ves, el equilibrio entre la insulina y el glucagón depende de dos cosas, una de la cantidad de comida que comas y la otra de la relación entre proteínas e hidratos de carbono. De esto se desprende que cuando nuestra comida es muy elevada en hidratos de carbono y baja en proteínas se genera una superproducción de insulina. La insulina reduce los niveles de azúcar en la sangre, guardándola con lo cual priva al cerebro de su única fuente energética. Como el cerebro a pesar de todo lo que comimos no está recibiendo el azúcar que necesita,  pide mas azúcar y queremos terminar la comilona con un chocolatito o algo dulce!!

Los niveles altos de insulina afectan también la síntesis de colesterol inclinando la balanza hormonal hacia la producción de los “eicosanoides malos”.

La insulina alta también estimula a una hormona que  transforma los ácidos grasos omega 6 en “eicosanoides malos”. Es por eso que debemos restringir la ingesta de omega 6 en la dieta. Es el precursor o materia prima para la producción de poderosas hormonas que en exceso desequilibran un delicado y complejo equilibrio que nos puede cambiar de la salud a la enfermedad y la obesidad.

Al controlar y reducir los niveles de insulina puedes disminuir la producción de los eicosanoides malos, y viceversa. Los eicosanoides buenos reducen la producción de insulina en el páncreas, mientras “los malos” la aumentan.