Entre ayer y hoy ha habido mucho revuelo con la noticia de que el precio del trigo había subido, lo que haría que el precio del pan también subiera. A propósito de eso, se destacaba que somos el segundo país con el más alto consumo de pan mundial.
Aunque hay algunas variedades de pan que no tienen grasa, en general todos los tipos de panes son muy concentrados en hidratos de carbono, y cuando hay muchos carbohidratos, el cuerpo los guarda como grasa, aunque el alimento no tenga grasa.
La insulina es una hormona que sube cuando sube el azúcar presente en nuestra sangre. En nuestro cuerpo, la insulina sirve para mantener constantes los niveles de azúcar en la sangre. Aunque nosotros comamos pan salado (o sin sal ) los carbohidratos del pan son metabolizados por nuestro cuerpo como azúcar; y esa sobrecarga de azúcar que producen las harinas, obliga a nuestro cuerpo a guardar ese exceso como grasa para sí mantener el azúcar sanguíneo a raya.
Una buena forma de reducir los crecientes niveles de obesidad, cada vez más altos en nuestro país, parten por bajar el consumo de pan. Algunos consejos para reducir el consumo de pan en nuestro desayuno y té:
– Cambiar todo el pan o una parte de nuestra ración, por fruta o un batido hecho con fruta entera y no sólo el jugo. En la medida de lo posible, la fruta debería ser consumida con cáscara, para así aumentar el consumo de fibra. La fibra y agua de la fruta, nos dará saciedad en esa comida, y esa comida “durará más tiempo “ en nuestro sistema digestivo, lo que ayudará a que no tengamos hambre tan rápido.
-Cortar torrejas finitas de pan como marraqueta o hallulla y tostarla, así puedes comer varias tostadas, comiendo menos pan.
– Otro consejo que ayuda a reducir el consumo de pan, ayudando además a controlar los niveles de insulina, es el incorporar proteína en esas comidas. Cambiar la mermelada o la nefasta margarina, por pechuga de pavo o de pollo, huevos revueltos, o quesillo, son buenas opciones. Además de equilibrar nutricionalmente nuestros desayunos o el te de media tarde, la proteína ayuda a la sensación de saciedad, y terminamos comiendo menos pan, acumulando así menos grasa.
-Tratar de elegir pan integral, o alguna variedad con un mayor contenido de fibras que el pan común. En general, las variedades con harinas de centeno y/o cebada, tienen harinas menos refinadas, que suben menos los niveles de insulina en la sangre.