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mujer levantandose
Al igual que para muchos, la alarma del despertador en la mañana es una de las peores cosas de mi rutina diaria. Que injusto no poder seguir durmiendo ni disfrutando de la tibieza de nuestra cama, pero tal como les contesto a mis hijos cuando comienzan a quejarse de “injusticia”: ¡nadie dijo que la vida era justa!
Aunque a esa hora es difícil pensar y crear menús, si puedes pensar el día antes, o cuando vas al supermercado, y tener todo lo necesario a mano, y planificado con antelación, para que el desayuno “no te pille” sin nada y te termines tomando una coca-cola, o un café y un muffin del café de la esquina, o un “combo matinal” camino a la oficina. Si realmente quieres lograr un cambio en tu cuerpo y tu salud, el ideal es poner el despertador por lo menos 15 minutos antes que la hora acostumbrada, para partir con un rato de ejercicios que ayuden a acelerar el metabolismo y poner al cuerpo “en modo quema grasa”; pero esta semana no voy a hablar del ejercicio en si, sino de la importancia de comer equilibrado al desayuno.
Lo primero es lo primero, y si ejercitas, o simplemente “partes” el día sin un desayuno adecuado; no sacarás todo el provecho que puedes obtener de tu ejercicio ni  de tu día! Siempre debemos tratar de comer sano y en equilibrio, pero el desayuno es determinante para tu rendimiento mental y físico.
¿Entonces qué comer para tener energía,  y no sentir el estómago pesado?
Si tu desayuno está cargado de carbohidratos, como cereales, fruta y un jugo de naranja, por sano que parezca, te estás llenado solo de carbohidratos que elevarán rápidamente tu insulina; pero que también bajarán rápidamente dejándote muy luego sin energía o muerto de hambre al poco rato después.
Al preguntar que comen, la gran mayoría de los pacientes en la consulta, están bajo sus requerimientos proteicos, y eso los hace tener hambre constantemente, y a pesar de eso no adelgazar e incluso engordar. No te preocupes creyendo que necesitas algo muy complicado para cumplir con las exigencias de un desayuno ideal. Lo importante es tomar conciencia y no “sólo echarse para adentro comida publicitada como sana”. Lo que necesitas en una mezcla de alimentos que te entregue:
comida sana
·        Carbohidratos buenos” para la energía, pero que entren a la sangre de forma lenta para evitar peaks de insulina, favoreciendo así la quema de grasa y no su acumulación. Ojalá que también tengan fibra, y agregues una buena cuota de agua. Esa mezcla en la mañana es una excelente forma de asegurar una buena digestión durante el día. Alimentos recomendados: frutas, avena, brotes de trigo, alfalfa, etc. Trata de dejar fuera el pan, aunque sea algunos días, y comenzarás rápidamente a ver la diferencia.
·        La proteína necesaria para realizar todas las funciones vitales en las que son requeridas por nuestro cuerpo. Además de saciar tu hambre, la proteína te ayudará a  formar y mantener músculo, vital a la hora de acelerar tu metabolismo. Alimentos: leche, bajo en grasa, quesillo, huevos, pechuga de pavo, pollo o proteína en polvo.
·        Para terminar, “grasa buena”: una pequeña dosis de “grasa buena” como un puñadito de almendras (maní, nueces, semillas de linaza, etc), ó idealmente suplementar con omega 3.
Algo que también ayuda a muchos, y que personalmente me gusta mucho y me hace bien para partir el día  con un empujón de energía,  es un poco de cafeína. Un café, o un te verde pueden ser un muy buen aliado para despertar y encontrar la fuerza para partir la mañana. Mi opción es café con leche y proteína: fácil, rápido, y además agrego más proteína a la leche!!   No todas las alternativas le caen bien, o le gustan a todas las personas. Busca la tuya o inventa una que te acomode y te guste, además de que te asegure lo que necesitas para poder empezar a “funcionar” en equilibrio.

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