Para perder grasa y no masa magra,   y que puedas llegar a tu peso adecuado y mantenerte en el tiempo, debes aprender a comer lo que tu cuerpo necesita, revisando tu HEA.

Una dieta donde pasas hambre, no tienes energía o estás con antojos todo el día, es una muy mala solución de parche. No sólo no durarás mucho tiempo. Tu cuerpo buscará y activará todos los  mecanismos que tiene para hacerte comer nuevamente porque se sentirá agredido. Lo peor es que al haber perdido músculo, tú metabolismo estará más lento y al volver a comer como antes de tu dieta, guardarás más grasa que antes, quedando igual o incluso peor, ya que pesarás lo mismo o menos pero con un cuerpo más grasoso ( o sea más suelto y menos tonificado).

¿Y qué es  tu HEA?

Son tres signos con los que tu cuerpo te está hablando, para decirte si estás comiendo bien, equilibrado y la cantidad que necesitas.

antojos

Hambre, Energía y Antojos. Muchas veces he escuchado a tanta gente quejarse de que están pasando hambre, pero dicen que no les importa mientras estén bajando de peso. Seguro puede que estén bajando de peso, pero perdiendo más músculo que grasa, destruyendo su metabolismo, y haciendo de “el rebote”, o sea volver a subir lo bajado o más, una realidad segura y a muy corto plazo. No debes pasar hambre!! No necesitas comer poco para llegar a tu peso, sino más bien concentrar tu alimentación en alimentos naturales, poco procesados y nutritivos y comer todo lo que necesites de ellos. Idealmente la base de tus comidas debería ser proteína magra y vegetales, y agregar el resto de los alimentos en la medida de tus necesidades metabólicas, tu peso, tu porcentaje de grasa, y tu nivel de actividad física.

En general para una persona que trabaja sentada o en una oficina es bueno medir los alimentos muy altos en carbohidratos, y sobre todo carbohidratos refinados deberían ser muy restringidos (panes, pasteles, masas, etc) porque desordenan mucho nuestras hormonas, causando grandes estragos. La principal consecuencia es guardar grasa y después no estar “en modo” de quemarla  pese a los esfuerzos que hagamos.

Existen varios estudios que indican que muchas veces nuestro cerebro confunde la sensación de sed con la de hambre!! Si crees que no deberías tener hambre porque sabes que has comido, y aún así sientes hambre, toma bastante agua y ve si con eso tu hambre decrece, quizá era sólo sed!!?? Además el agua es vital para la mayoría de los procesos de nuestro cuerpo. Necesitamos mucha agua para que el hígado funciones bien, para el metabolismo de las grasas, para construir músculo…es decir necesitamos mucha agua para poder quemar grasa!!  Si eres como yo y en esta época tomar agua te da frío, toma infusiones de hierbas, te rojo, verde, etc. Aprovecha de hacer más entretenida tu agua. A mí en la tarde me dan ganas de algo dulce calientito, y algo que me gusta mucho es el te rojo con vainilla endulzado con estevia (red bush que naturalmente no tiene cafeína para no despertarme mucho)

Si tus niveles de energía son bajos, eso es signo que no estás comiendo lo adecuado,  o suficiente cantidad. Si tratas de cambiar tus hábitos alimentarios, para bajar tu grasa y estar más sano, tu energía no debería decaer, al contrario!! Si estás comiendo bien, y con eso deshaciéndote de la grasa que te sobra, tu energía debería ser desbordante! No aceptes sentirte decaído o cansado. Si eso te pasa, entonces no estás comiendo lo adecuado para ti y debes hacer cambios.

Por último, los temidos antojos. Cuando estás comiendo “en tu ideal”, tus hormonas van a ir equilibrándose, y en ese estado tu cerebro recibe lo que necesita, y no hay quejas. Si luego de comer se te aparecen pasteles, chocolates, etc, es señal inequívoca que no estás comiendo lo que tu cuerpo necesita, que los niveles de azúcar están muy bajos porque estás comiendo muy poco o porque por la gran cantidad de carbohidratos que comiste tus hormonas se desbordaron, subió mucho la insulina y por eso tu sangre está sin azúcar por lo que el cerebro se queja! En cualquiera de los dos casos debes hacer cambios y/o ajustes. Cuando estás comiendo lo adecuado, los antojos deberían desaparecer o disminuir notoriamente y ser cada vez más controlables.

Tienes derecho a un cuerpo sano y esbelto, sin grasa en exceso, que garantice tu salud y bienestar. Fíjate en lo que comes, y busca y aprende que es lo que tu cuerpo necesita para que puedas disfrutar sintiéndote bien y en equilibrio.

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